31 julio 2007

Ahora que no estás.



No se me ocurre otra cosa
sino odiarte.

Cuando acabe de pintar paredes
no te habre olvidado aún,
desearía viajar al otro extremo
allí donde no estes sujetando miradas
para clavar esta tristeza en el cielo.
No te conocía en aquel entonces
pero conocí tu espiritu firme,
así,no debia esperar ni siquiera
reconciliarme con tu nostalgia.
No recibir otra llamada de amor.

No se me ocurre otra cosa
sino odiarte.

Qué hacer con mis sueños de hombre
si ya no estás conmigo.
Qué hacer con mis volcánicos pasos
si ya no te tengo a mi lado.
Correría a la estación de esta ciudad
guardando tus palabras en los bolsillos
y en la chaqueta algo de tu fiebre silenciosa,
me escondería sin temer en el asiento trasero
me alejaría arrugado o mejor me sumergiria
hastiado de tanta soledad para sobrevivir.

No se me ocurre otra cosa
sino odiarte.

Pues ahora ya no me perteneces.

Casi colmaste mi turbio corazón severo,
varias veces toqué con lágrimas las sábanas.
De la callada habitación retire furiosamente ilusiones
como si me fuera a mudar a Lima
porque renunciaste sin explicar esto,
ni considerar dejarme clavado
al suelo como una subterránea raíz.

No se me ocurre otra cosa
sino odiarte.

Ah! Que distantes me suenan tus palabras
ahora que tu voz se me olvidó.
Pues ahora ya no me perteneces.
Maldita la amplia calle,malditas las casas
maldito este tenso calor que ahoga,
todo quedó maldito cuando
escarbe en tu cartera como un niño.
Yo no buscaba dulces,buscaba aventuras.

Ahora que ya no estás
no se me ocurre otra cosa
sino escribirte
para olvidarte.


Podría hacer mas larga esta absurda confesión
pero me faltas,me faltas
aunque sea para odiarte.

No hay comentarios.: