01 setiembre 2007

Infortunio




Abre el cielo un tormentoso diluvio
que cae directamente en mis hombros y mis cosechas,
así de húmedas están las cosas
y si pudiera cerrar las manos al futuro
y pedirle números o raíces al pasado
quisiera desgranar un poco tus enteras horas.

Francamente guardo tus sonrisas en el ropero,
cuelgo en las cortinas tus miradas,
me rasuro pensando en las manos
que tocaron desesperadamente
esta piel hecha de lienzos y entramados.

Que pasaría si llegas y no estoy?

Salgo para buscarte pues no llamaste
así,no puedo seguir en el incierto de lo incierto,
el azar no es para los enamorados
si no que llamas y contesto para querernos.

1 comentario:

Jorge Atarama dijo...

La indecisión propia del enamoramiento, el no querer perder ni un minuto, la antología del recuerdo, el levantar el oído a la intuición y tomar la decisión correcta. La decisión que propicia el encuentro. Pero al final todo pasa y este universo es un vaivén de encuentros y despedidas.