16 setiembre 2007

Adiós sin mi.

Aun cuando tengo que irme,amor mío,no te dejo
quédate con mis invisibles alas llenas de silenciosos viajes,
mis susurros aletargados que despertaban tus ojos de furiosas constelaciones,
mis calientes lágrimas esparcidas en cada pelea sin razón,
mis desprotegidas manos y mis pertenencias.

Aun cuando tengo que irme,amor mío,no me voy.
Me quedo con tus labios llenos de dulces besos,
con tus pequeños pasos sin prisa,
con tus serenas manos de canela que iban a las mías,
con tus tristezas y alegrías lanzadas al viento.

Aún cuando me vaya,amor mío,me quedo.

Y me quedo en silencio o gritando irritado,
como una espada sin filo,
como un infierno maldecido por el invierno,
jamás o nunca me dejarías
aunque quisieras y te arrulles sola
como una mariposa en letargo,
como una carta anónima y sin destino.

Y me quedo con el espíritu cabalgando tu cuerpo
adolorido de pasión carnal,
y me quedo en carne galopando tus secretos senderos
para coronarte mi reina indómita.

Aún cuando me separe de tu lado,amor mío,no estarás sin mi.

1 comentario:

la dueña dijo...

y es que es tan dificil partir , si realmente amas
me gusta la figuras